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En latín, superbiens significa sublime o superior. Esta raíz etimológica no pudo ser más precisa para nombrar a una de las Laelia más espectaculares que existen. Laelia superbiens es una de las especies que poseen las flores más grandes (de 12 a 18 cm de diámetro) y más distintivas dentro del género. Además, el callo del labelo presenta unas quillas (laminas) amarillas, con el margen crenado, que las hace muy particulares. La venas de color oscuro de la garganta del labelo son otro de los rasgos más llamativos esta especie.
Cada una de las flores es muy llamativa, pero gran parte del atractivo de esta especie es su inflorescencia. Las inflorescencias llegan a medir más de 120 cm de largo, pueden presentar hasta 12 flores. Las flores son de color lila pálido, aunque existe algo de variación al respecto; por ejemplo, la forma ?quesneliana? tiene flores de color más oscuro, pero no parece corresponder a una verdadera subespecie o variedad taxonómica. Las formas albas son raras, al menos en México, y sólo se conoce un clon de una impresionante forma semialba, de Chiapas.
Las flores presentan los pétalos algo retorcidos, junto con la forma de los pseudobulbos, la forma de la inflorescencia, y el colorido de las brácteas florales, las hace recordar mucho al género Schomburgkia; de hecho esta especie es muy conocida con S. superbiens (Lindl.) Rolfe. No obstante, ciertos atributos moleculares las emparentan más con Laelia rubescens y L. anceps que con las verdaderas Schomburgkia.
L. superbiens es nativa de México (del estado de Chiapas), Guatemala, Honduras y Nicaragua. En estado silvestre crece entre 1,000 y 2,000 m de altitud, en bosques de encino (Quercus), bosques de encino-pino-Liquidambar, e incluso en el bosque tropical caducifolio. Su floración es hacia finales del invierno (de noviembre a marzo). Por ello, uno de los nombres comunes de esta especie es ?flor de La Candelaria? por presentar flores para el 2 de febrero. En la región de Comitán, Chiapas, también se le conoce como ?tanal?, al parecer en lengua tzeltal (una forma de la lengua Maya).
Las plantas de Laelia superbiens son muy grandes, pues los pseudobulbos llegan a medir hasta 40 cm de largo y 4.5 cm de grosor. Este es uno de los inconvenientes para el cultivo de esta especie, pues ocupa un gran espacio, y cuando florecen aun más. Los cultivadores mencionan que cuando se cultivan de manera horizontal las plantas tienden a ser más compactas, y tienden a formar más frentes de crecimiento que cuando se colocan en tablas o troncos de manera vertical. Su cultivo es similar al de Laelia anceps, en cuanto a temperatura y luz, ya que en estado silvestre es posible encontrarlas creciendo una junto a la otra especie.
En una localidad del estado de Chiapas pude ver una población grande de esta especie. Era un bosque abierto de encino, los cuales eran de tamaño pequeño, pero con troncos gruesos y muy ramificados desde una altura baja. Era un sitio con mucho viento. L superbiens crecía sobre los encinos junto a L. anceps, Lycaste cruenta, Encyclia celigera y otras especies muy vistosas. Lamentablemente, cuando fuimos al campo las plantas no tenían flores, así que no pudimos ver la variación natural de L superbiens en su hábitat natural.
Para mayor información sobre esta especie se puede consultar el libro de ?Laelias de México?, de Federico Halbinger y Miguel Ángel Soto.