General tags: | |
▪ Exif Version: | 2.21 |
▪ Components Configuration: | YCbCr |
▪ CFA Pattern: | [Green,Blue][Red,Green] |
▪ Focal Length: | 24 mm (35mm equivalent: 36mm) |
▪ YCbCr Positioning: | Datum point |
▪ Subject Distance: | 2.99 metres |
▪ Sub-Sec Time Digitized: | 00 |
▪ Date/Time Original: | 2012:10:14 10:38:08 |
▪ Shutter Speed Value: | 1/99 sec |
▪ X Resolution: | 240 dots per inch |
▪ F-Number: | f/22.0 |
▪ Focal Length 35: | 36 mm |
▪ Exposure Program: | Manual control |
▪ Digital Zoom Ratio: | 1 |
▪ File Source: | Digital Still Camera (DSC) |
▪ Exposure Time: | 0.01 sec |
▪ ISO Speed Ratings: | 200 |
▪ Make: | NIKON CORPORATION |
▪ Orientation: | Top, left side (Horizontal / normal) |
▪ Metering Mode: | Center weighted average |
▪ Contrast: | None |
▪ Gain Control: | None |
▪ Software: | PaintShop Photo Pro 13.00 |
▪ Exif Image Height: | 830 pixels |
▪ Y Resolution: | 240 dots per inch |
▪ Scene Type: | Directly photographed image |
▪ FlashPix Version: | 1.00 |
▪ Sub-Sec Time Original: | 00 |
▪ White Balance: | Unknown |
▪ Sensing Method: | One-chip color area sensor |
▪ Color Space: | Undefined |
▪ Date/Time Digitized: | 2012:10:14 10:38:08 |
▪ Flash: | Flash fired, return detected |
▪ Aperture Value: | f/22.0 |
▪ Saturation: | None |
▪ Date/Time: | 2012:10:22 15:02:04 |
▪ Exif Image Width: | 1000 pixels |
▪ Sharpness: | None |
▪ Resolution Unit: | Inch |
▪ Exposure Bias Value: | 0 EV |
▪ Subject Distance Range: | Unknown |
▪ Max Aperture Value: | f/3.5 |
▪ Exposure Mode: | Manual exposure |
▪ Model: | NIKON D90 |
▪ Scene Capture Type: | Standard |
▪ Custom Rendered: | Normal process |
▪ Sub-Sec Time: | 00 |
▪ White Balance Mode: | Auto white balance |
JPEG tags: | |
▪ Jpeg.Image Height: | 830 pixels |
▪ Jpeg.Image Width: | 1000 pixels |
▪ Jpeg.Data Precision: | 8 bits |
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▪ Jpeg.Component 1: | Y component: Quantization table 0, Sampling factors 1 horiz/1 vert |
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▪ Jpeg.Number of Components: | 3 |
▪ Jpeg.Compression Type: | Baseline |
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Por Eduardo A. Pérez García
Facultad de Ciencias, UNAM.
El otoño no sería el mismo en estas latitudes sin la floración de las Laelias mexicanas. Una de las primeras en florecer en el año es también una de las más espectaculares: la enigmática Laelia gouldiana.
Esta Laelia se caracteriza por el color muy oscuro de sus segmentos florales y por el ancho de sus pétalos. La forma casi erecta de sus hojas y lo alargado de los pseudobulbos son también muy distintivos de esta especie. Las flores son de tamaño considerable de unos 6.5-7.5 cm de diámetro y el aroma que producen durante el día es bastante agradable. Las inflorescencias son de alrededor de 70-80 cm de largo y cada una produce de 4 a 8 flores, aunque a veces llegan a producir hasta 12.
El misterio que acompaña a L. gouldiana viene desde que se descubrió. En algún momento se consideró un híbrido natural entre L. autumnalis y L. anceps; sin embargo, ese híbrido (L. Autoanceps) se ha realizado varias veces y nunca ha salido algo parecido a L. gouldiana. ¿Porqué pensar que esta especie puede ser un híbrido? Bueno, la respuesta tiene que ver en que nunca se han encontrado plantas creciendo de forma silvestre en la naturaleza, y debido a que existe muy poca variación floral en esta especie. También, L. gouldiana es muy difícil de cruzar con sigo misma, y casi no produce cápsulas fértiles. De hecho, casi todos las plantas que se conocen de L. gouldina parecen ser de no más de unos cinco clones.
Esta especie es estrictamente endémica de la Sierra Madre Oriental. La L. gouldiana sólo se ha encontrado creciendo en los mezquites y en las cercas de roca de las casas del Valle de Metztitlán, en el estado de Hidalgo. Ahí se pueden observar plantas enormes, y los pobladores del lugar las cuidan y las propagan muy eficientemente. En algunas casas de esa región también se cultiva Laelia anceps, aunque en menor medida. La barranca de Metztitlán es famosa por ser una zona semiárida, con cactáceas columnares imponentes, y donde la lluvia media anual no rebasa los 500 mm al año. Considerando esta precipitación y la altitud a la que crece esta especie, entre 1,200 a 1,500 m s.n.m., es notorio que habita en un clima verdaderamente seco. Las condiciones de su hábitat la hacen una planta de fácil cultivo en el altiplano mexicano, ya que tolera el frío y la baja humedad atmosférica. El cultivo de L. gouldiana es sencillo, en un maceta con medio muy poroso o preferentemente en huacal (cesto de madera), en un pedazo de corteza gruesa, o en troncos. Les gusta la luz intensa, y de vez en cuando algo de fertilizante foliar. Estas plantas llegan a producir varios frentes de crecimiento al año, por lo que en relativamente poco tiempo se pueden producir plantas grandes y espectaculares.
Yo no soy muy partidario de la preservación fuera de los ambientes naturales (conservación ex situ), pero este es un caso en donde se puede observar que esto no es tan malo. Imaginemos un campesino que se lleva a casa un pedazo de una planta de esta especie, seguramente porque no era algo muy común en su entorno, y la planta sobrevive y crece. Debido a que esa planta ha llegado hasta nuestros días, seguramente pensaremos que la colecta de la planta original haya sido hace unos cuantos años, pero lo más probable es que esto haya ocurrido en el Valle de Metztitán hace varios cientos de años atrás, no exageraría al decir que incluso este tiempo puede sobrepasar los mil años. Probablemente, Laelia gouldiana se extinguió en su estado silvestre de manera natural hace algunos cientos de años, quizá por efecto del cambio climático que ocurrió al concluir la última etapa glacial. Si este el caso, hay muy poco que se pueda hacer para regresar a L. gouldiana a su estado silvestre. Por lo tanto, ahora sólo nos queda cuidarla en casa y evitar que otras especies se extingan por efecto del cambio climático que nosotros estamos ocasionando.