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Mexicanas » Viendo Laelia superbiens, Lindl. 1840
[Imagen 161 de 308]  ::  Ir A
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Laelia speciosa f. semialba * Laelia speciosa f. semialba es una variante de color más claro de esta especie típicamente mexicana, que actualmente está en riesgo de desaparecer por la colecta excesiva para el comercio ilegal de que es objeto en los meses de mayo a julio. Evite su desaparición comprando orquídeas únicamente a cultivadores autorizados. Rodrigo Remolina * 999 x 996 * (64KB)
Laelia speciosa * Laelia speciosa Nombre común: Flor de Mayo Características distintivas: Pseudobulbos en forma de ovoide o esférica, 1-2 hojas por pseudobulbo, inflorescencia terminal de 15–30 cm. de largo con 2 o 3 flores de gran tamaño de color rosa violáceo, labelo blanco ornamentado en los márgenes con líneas y puntos magenta. Hábitat: Hierba epífita que crece principalmente en bosques de encino secos (Quercus deserticola). Distribución: Se distribuye en varios estados de la República Mexicana (Michoacán, Querétaro, Guanajuato, Tamaulipas, a una altura aproximada de 1300 msnm. Restricciones: La subespecie dowsonii está protegida en México por la NOM-059-SEMARNAT-2001. Cultivo: Es una planta de cultivo difícil fuera de su rango de distribución, requiere ser montada sobre troncos o placas de corcho, es estrictamente necesario brindarle una periodo de descanso invernal, reduciendo los riegos y evitando la fertilización. Requiere de climas templados a fríos, puede tolerar temperaturas de 0° C. Regar abundantemente en verano. Época de floración: Primavera. Omar Eduardo Rocha * 959 x 961 * (117KB)
Laelia superbiens * Laelia superbiens Lindl. En latín, superbiens significa sublime o superior. Esta raíz etimológica no pudo ser más precisa para nombrar a una de las Laelia más espectaculares que existen. Laelia superbiens es una de las especies que poseen las flores más grandes (de 12 a 18 cm de diámetro) y más distintivas dentro del género. Además, el callo del labelo presenta unas quillas (laminas) amarillas, con el margen crenado, que las hace muy particulares. La venas de color oscuro de la garganta del labelo son otro de los rasgos más llamativos esta especie. Cada una de las flores es muy llamativa, pero gran parte del atractivo de esta especie es su inflorescencia. Las inflorescencias llegan a medir más de 120 cm de largo, pueden presentar hasta 12 flores. Las flores son de color lila pálido, aunque existe algo de variación al respecto; por ejemplo, la forma ?quesneliana? tiene flores de color más oscuro, pero no parece corresponder a una verdadera subespecie o variedad taxonómica. Las formas albas son raras, al menos en México, y sólo se conoce un clon de una impresionante forma semialba, de Chiapas. Las flores presentan los pétalos algo retorcidos, junto con la forma de los pseudobulbos, la forma de la inflorescencia, y el colorido de las brácteas florales, las hace recordar mucho al género Schomburgkia; de hecho esta especie es muy conocida con S. superbiens (Lindl.) Rolfe. No obstante, ciertos atributos moleculares las emparentan más con Laelia rubescens y L. anceps que con las verdaderas Schomburgkia. L. superbiens es nativa de México (del estado de Chiapas), Guatemala, Honduras y Nicaragua. En estado silvestre crece entre 1,000 y 2,000 m de altitud, en bosques de encino (Quercus), bosques de encino-pino-Liquidambar, e incluso en el bosque tropical caducifolio. Su floración es hacia finales del invierno (de noviembre a marzo). Por ello, uno de los nombres comunes de esta especie es ?flor de La Candelaria? por presentar flores para el 2 de febrero. En la región de Comitán, Chiapas, también se le conoce como ?tanal?, al parecer en lengua tzeltal (una forma de la lengua Maya). Las plantas de Laelia superbiens son muy grandes, pues los pseudobulbos llegan a medir hasta 40 cm de largo y 4.5 cm de grosor. Este es uno de los inconvenientes para el cultivo de esta especie, pues ocupa un gran espacio, y cuando florecen aun más. Los cultivadores mencionan que cuando se cultivan de manera horizontal las plantas tienden a ser más compactas, y tienden a formar más frentes de crecimiento que cuando se colocan en tablas o troncos de manera vertical. Su cultivo es similar al de Laelia anceps, en cuanto a temperatura y luz, ya que en estado silvestre es posible encontrarlas creciendo una junto a la otra especie. En una localidad del estado de Chiapas pude ver una población grande de esta especie. Era un bosque abierto de encino, los cuales eran de tamaño pequeño, pero con troncos gruesos y muy ramificados desde una altura baja. Era un sitio con mucho viento. L superbiens crecía sobre los encinos junto a L. anceps, Lycaste cruenta, Encyclia celigera y otras especies muy vistosas. Lamentablemente, cuando fuimos al campo las plantas no tenían flores, así que no pudimos ver la variación natural de L superbiens en su hábitat natural. Para mayor información sobre esta especie se puede consultar el libro de ?Laelias de México?, de Federico Halbinger y Miguel Ángel Soto. * 660 x 999 * (147KB)
Laelia superbiens albescens * Laelia superbiens var. albescens Cultivo: Antonio Espinosa Olmedo.Foto: Eduardo Pérez García * 945 x 797 * (110KB)
Laelia superbiens f. alba * Eduardo Pérez García * 999 x 752 * (439KB)
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Laelia superbiens * Laelia superbiensEduardo Luna Ayala * 532 x 800 * (139KB)
Laelia_gouldiana * Laelia gouldiana Rchb. f. Por Eduardo A. Pérez García Facultad de Ciencias, UNAM. El otoño no sería el mismo en estas latitudes sin la floración de las Laelias mexicanas. Una de las primeras en florecer en el año es también una de las más espectaculares: la enigmática Laelia gouldiana. Esta Laelia se caracteriza por el color muy oscuro de sus segmentos florales y por el ancho de sus pétalos. La forma casi erecta de sus hojas y lo alargado de los pseudobulbos son también muy distintivos de esta especie. Las flores son de tamaño considerable de unos 6.5-7.5 cm de diámetro y el aroma que producen durante el día es bastante agradable. Las inflorescencias son de alrededor de 70-80 cm de largo y cada una produce de 4 a 8 flores, aunque a veces llegan a producir hasta 12. El misterio que acompaña a L. gouldiana viene desde que se descubrió. En algún momento se consideró un híbrido natural entre L. autumnalis y L. anceps; sin embargo, ese híbrido (L. Autoanceps) se ha realizado varias veces y nunca ha salido algo parecido a L. gouldiana. ¿Porqué pensar que esta especie puede ser un híbrido? Bueno, la respuesta tiene que ver en que nunca se han encontrado plantas creciendo de forma silvestre en la naturaleza, y debido a que existe muy poca variación floral en esta especie. También, L. gouldiana es muy difícil de cruzar con sigo misma, y casi no produce cápsulas fértiles. De hecho, casi todos las plantas que se conocen de L. gouldina parecen ser de no más de unos cinco clones. Esta especie es estrictamente endémica de la Sierra Madre Oriental. La L. gouldiana sólo se ha encontrado creciendo en los mezquites y en las cercas de roca de las casas del Valle de Metztitlán, en el estado de Hidalgo. Ahí se pueden observar plantas enormes, y los pobladores del lugar las cuidan y las propagan muy eficientemente. En algunas casas de esa región también se cultiva Laelia anceps, aunque en menor medida. La barranca de Metztitlán es famosa por ser una zona semiárida, con cactáceas columnares imponentes, y donde la lluvia media anual no rebasa los 500 mm al año. Considerando esta precipitación y la altitud a la que crece esta especie, entre 1,200 a 1,500 m s.n.m., es notorio que habita en un clima verdaderamente seco. Las condiciones de su hábitat la hacen una planta de fácil cultivo en el altiplano mexicano, ya que tolera el frío y la baja humedad atmosférica. El cultivo de L. gouldiana es sencillo, en un maceta con medio muy poroso o preferentemente en huacal (cesto de madera), en un pedazo de corteza gruesa, o en troncos. Les gusta la luz intensa, y de vez en cuando algo de fertilizante foliar. Estas plantas llegan a producir varios frentes de crecimiento al año, por lo que en relativamente poco tiempo se pueden producir plantas grandes y espectaculares. Yo no soy muy partidario de la preservación fuera de los ambientes naturales (conservación ex situ), pero este es un caso en donde se puede observar que esto no es tan malo. Imaginemos un campesino que se lleva a casa un pedazo de una planta de esta especie, seguramente porque no era algo muy común en su entorno, y la planta sobrevive y crece. Debido a que esa planta ha llegado hasta nuestros días, seguramente pensaremos que la colecta de la planta original haya sido hace unos cuantos años, pero lo más probable es que esto haya ocurrido en el Valle de Metztitán hace varios cientos de años atrás, no exageraría al decir que incluso este tiempo puede sobrepasar los mil años. Probablemente, Laelia gouldiana se extinguió en su estado silvestre de manera natural hace algunos cientos de años, quizá por efecto del cambio climático que ocurrió al concluir la última etapa glacial. Si este el caso, hay muy poco que se pueda hacer para regresar a L. gouldiana a su estado silvestre. Por lo tanto, ahora sólo nos queda cuidarla en casa y evitar que otras especies se extingan por efecto del cambio climático que nosotros estamos ocasionando. * 1000 x 830 * (762KB)
Leochilus carinatus * Leochillus carinatus Nombre común: No conocido. Características distintivas: Planta pequeña, epifita de unos 10 cm de alto, con pseudobulbos pequeños y aplanados, hojas carnosas y arqueadas color verde amarillento, inflorescencias largas, ramificadas y delgadas, en ocasiones de 60 cm y más, con flores pequeñas en varios tonos de ocre y café, que dan paso a la aparición de keikis plántulas que se establecen en ramillas adyacentes y se vuelven en breve tiempo plantas independientes.  Hábitat: Selvas tropicales y bosques mesófilos. Distribución: Veracruz, Puebla, Estado de México y Morelos. Restricciones: Ninguna. Cultivo: En una ramilla delgada de árbol no resinoso, (jacaranda, frutales, encino, palo dulce). Riego diario, luz moderada (nunca sol directo), temperatura moderada a cálida, humedad ambiental moderada a alta y fertilizante foliar muy diluido (1 cucharadita por 4 litros de agua) cada 30 días. No resiste períodos largos sin riego. Época de floración: Primavera. Rodrigo Remolina * 665 x 473 * (77KB)
Leochilus oncidioides * Diederick Antoni * 800 x 533 * (130KB)
Leochilus scriptus * Eduardo Pérez García * 722 x 998 * (101KB)
Comment: Laelia superbiens, Lindl. 1840
(Schomburgkia superbiens (Lindl.) Rolfe 1917)
Imagen: Javier Manzola Cruz

Laelia (L.) superbiens es una orquídea epífita que se encuentra en bosques abiertos de encinos con pinos y arboles tropicales deciduos, o en bosques de pino-encino-liquidámbar en Nicaragua, Honduras, Guatemala y México en un rango altitudinal entre los 1,000 a 1,500 m.s.n.m.

L. superbiens es una planta de crecimiento simpodial con pseudobulbos fusiformes, elongados y 2 a 3 hojas apicales que florece de finales de Noviembre hasta Marzo en una inflorescencia apical, que surge del pseudobulbo maduro, de entre 1 a 2 m de largo, con un racimo que lleva de 5 a 12 flores ligeramente fragantes de 9.5 a 18 cm de diámetro. En la forma tipo, las flores tienen sépalos y pétalos con márgenes ondulados de color rosa- lila. El labelo, uno de sus atributos más destacados, tiene lóbulos laterales amarillos con márgenes rosa-lila rayados de color púrpura a violeta. El lóbulo medio es de color rosa-lila o magenta, con crestas del callo de color amarillo y venas de color púrpura. L. superbiens varía en forma y tamaño, y existen formas hortícolas alba, semialba y coerulea. Existen tres cultivares de L. superbiens que, por sus características sobresalientes, fueron merecedores de reconocimiento por la Asociación Mexicana de Orquideología (AMO): L. superbiens ?Zelia? medalla de Oro (MO)/AMO otorgada en 2003, L. superbiens Medalla de bronce (MB)/AMO otorgada en 2010 y L. superbiens f. semialba medalla de plata (MP)/AMO otorgada en 2018.

En cultivo, L. superbiens requiere de condiciones cálidas a intermedias. Sus necesidades lumínicas están entre 2,500 a 3,500 fotocandelas, acompañada de una excelente ventilación. Se pueden cultivar montadas en troncos, canastas o macetas. Los riegos deben ser frecuentes durante la época de crecimiento (dejando secar el sustrato en el caso de que se cultiven en macetas) y riegos diarios si están montadas en troncos. Se debe proporcionar un período de reposo invernal donde los riegos deben reducirse hasta mediados de la primavera. La humedad ambiental debe estar en valores intermedios a altos. La fertilización puede hacerse semanalmente con un fertilizante balanceado durante la época de crecimiento y detenerse en los meses fríos o periodo de reposo invernal.
Última actualización del álbum 04/09/23, 23:16
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